Podcast | Episodio 4 : Un amor en Barcelona

Nuevos destinos. Nuevos comienzos.

Cuando encontrás a la persona indicada, cualquier lugar puede convertirse en un hogar. Para nosotros, ese lugar fue Sarrià, un rincón acogedor en las alturas de Barcelona, donde nuestra historia tomó un rumbo inesperado.

Después de idas y venidas, dudas y silencios, finalmente dimos un gran paso. Sabíamos que estábamos apostándolo todo, pero también que ya no había vuelta atrás.

Pero este capítulo no solo nos llevó por las tranquilas calles de Sarrià. En él descubrirás porqué viajamos a Peñíscola, y luego a Lunel, en el sur de Francia, donde empecé a descubrir la esencia del mundo de Fabi. Y más tarde, fue su turno de conocer Buenos Aires, mi ciudad natal, recorriendo sus calles, compartiendo asados y viviendo mi historia desde adentro.

Cada viaje, cada reencuentro, nos acercaba más, entrelazando nuestras raíces. No lo sabíamos aún, pero cada paso que dábamos nos llevaba a algo mucho más grande.

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1. Un Nuevo Comienzo en la Ciudad Condal

Fabi y Yo en nuestro primer departamento en Barcelona

En el episodio anterior te conté cómo, tras meses de idas y vueltas, desencuentros y dudas, Fabi y yo finalmente logramos conectar de verdad. Fue un camino cargado de emociones, una montaña rusa de sensaciones, desde encuentros fugaces en milongas hasta un mensaje que parecía marcar el final de todo.

Pero, para mi sorpresa, ese mismo mensaje abrió la puerta a una nueva oportunidad.

Finalmente, un soleado día de agosto, nos volvimos a encontrar. Y ese día marcó el inicio de algo totalmente diferente, una relación que nos llevaría a compartir sueños, construir un hogar y descubrir juntos todo lo que la vida podía ofrecernos.

Hoy te invito a seguir explorando esa etapa de nuestra vida, donde Barcelona no solo fue nuestra ciudad, sino el escenario perfecto para un amor que floreció y nos transformó.

Sarrià: Nuestro Primer Hogar Juntos

Nuestro departamento en Sarriá, Barcelona

Dicen que cuando encontrás a la persona adecuada, cada lugar se transforma en un hogar.

Para Fabi y para mí, ese lugar fue Sarrià, un pequeño barrio en la parte alta de Barcelona, donde nuestra relación, además de florecer, adquirió un nuevo significado.

Lo que sucedió después de nuestro reencuentro fue como un torrente de emociones, encontrando finalmente un camino para fluir libremente.

La pasión y la conexión nos envolvieron.

En este episodio quiero llevarte a esos días en Barcelona, donde todo parecía posible, donde cada rincón de la ciudad nos ofrecía una oportunidad para amar, explorar y crecer juntos.

Construyendo una Vida Juntos

Tras meses de idas y vueltas, de incertidumbres y desencuentros, Fabi y yo decidimos dar un paso decisivo: continuar nuestra vida juntos.

Fue una decisión que no tomamos a la ligera, pero ambos sabíamos que era el momento. Ya no éramos unos niños, ninguno de los dos quería jugar.

Era una tarde soleada en Sarrià, las campanas sonaban a lo lejos y juntos cruzamos la puerta del que iba a convertirse en nuestro nuevo departamento.

El espacio era pequeño pero lleno de encanto, y los rayos del sol que entraban por los ventanales hacían que todo pareciera posible.

Mientras apilábamos cajas en el pequeño departamento, no podíamos evitar sentir nervios.

Estábamos apostándolo todo, una nueva vida juntos en una ciudad que nos inspiraba, pero que también nos desafiaba.

Era un salto de fe, pero algo en mi interior me decía que estábamos en el camino correcto.

2. Explorando Barcelona: Amor y Libertad

Patinando por el Forum en Barcelona

Fabi trabajaba para una empresa mexicana de ropa de fiesta. Su trabajo la llevaba a visitar ferias y salones en toda Europa, comprando prendas que luego mandaba a México.

Trabajaba sola en Barcelona, en un departamento en el barrio de Diagonal Mar, justo frente al mar, donde muchas veces me unía a ella en sus jornadas.

Me encantaba acompañarla, verla trabajar con tanta pasión y disfrutar juntos de esas vistas al Mediterráneo.

Por mi parte, yo trabajaba para una empresa en Zaragoza, además de desarrollar un pequeño negocio que había comenzado hace algunos años.

Mi empleo me daba mucha libertad, algo que siempre he valorado profundamente.

Tenía un coche de empresa y entre viajes y visitas ocasionales a la sede, podía organizar mi tiempo de manera bastante flexible.

Teníamos libertad, teníamos tiempo y estábamos en una ciudad mágica que nos dedicábamos a disfrutar a pleno.

Pasábamos fines de semana paseando, íbamos al cine, al teatro, a patinar por la zona del Fórum, cenábamos en cualquier parte, solos o con amigos, íbamos a fiestas aquí, allá, en casa de Vincenzo y por supuesto, seguíamos tomando clases y bailando tango juntos.

Nuestro departamento era pequeño, pero estaba lleno de amor y sus puertas siempre abiertas a los amigos y la familia.

Momentos Inolvidables en Barcelona

Descubriendo la Ciudad con Amigos

Una vez, vino una amiga de Fabi de México a pasar unos días con nosotros en Barcelona. Como era de esperarse, la llevamos a recorrer todos los rincones más lindos de la ciudad. Paseamos por Las Ramblas, la Sagrada Familia, el Born y muchos otros lugares emblemáticos.

Una noche, después de cenar, decidimos llevarla a El Cangrejo, un bar extravagante y divertido. No sé cómo será ahora, pero en aquella época era un lugar único, con drag queens, luces de neón, música estilo Alaska y un ambiente que parecía sacado de una película de Almodóvar. Bailamos sin parar en medio de esa jungla de colores y risas. Fue una noche de pura diversión.

Visitas Familiares y Paseos por Barcelona

En otras ocasiones, recibimos la visita de mi mamá, que vino desde Argentina a vernos. Siempre que venía, aprovechábamos para salir a pasear por la ciudad y sus alrededores. Barcelona tenía esa magia de hacer que cada día fuera especial, lleno de vida y alegría.

La Nieve Inesperada en Barcelona

Pero entre todos los momentos inolvidables, hubo uno que quedó grabado en mi memoria: la gran nevada en Barcelona.

Barcelona bajo la nieve

Aquel día, mientras trabajaba en casa, miraba por la ventana cómo la nieve caía sin cesar. A medida que avanzaban las horas, la ciudad entera quedó cubierta de blanco, creando un paisaje casi surrealista. Nadie estaba preparado para algo así y el caos se apoderó de las calles.

Fabi quedó atrapada en el centro y no podía regresar. Apenas logró llegar a Plaza Catalunya, donde la fui a buscar. Desde allí tomamos el metro hasta El Putxet y caminamos juntos por el Passeig de la Bonanova, pisando la nieve que cubría cada rincón.

Mientras caminábamos, con el frío en el rostro y el sonido de nuestros pasos sobre la nieve, sentí que todo se detenía por un instante. El caos de la vida desaparecía y solo quedaba la pureza del momento. Fabi reía a mi lado, y en ese preciso instante pensé: esto es felicidad.

Barcelona, con su energía inagotable y sus momentos inesperados, nos seguía regalando recuerdos que quedarían con nosotros para siempre.

3. Peñíscola: El Encuentro con su Pasado y su Familia

En el departamento en Peñiscola

Un Lugar con Historia Familiar

Fabi tenía un vínculo muy especial con una pequeña ciudad situada a poco más de 200 km al sur de Barcelona. Peñíscola, un pintoresco pueblo en la Comunidad Valenciana, era el escenario de sus veranos de infancia. Allí, su familia tenía un departamento frente al mar, un lugar lleno de recuerdos y tradición.

Una Invitación Inesperada

Un día, Fabi me propuso algo que no esperaba: pasar un fin de semana en Peñíscola y conocer a sus padres. Para ella, este viaje no era solo una escapada romántica, sino un paso importante en nuestra relación. Compartir su infancia, su historia y su familia era una señal clara de que lo nuestro iba en serio.

Emoción y Nerviosismo

La idea me entusiasmó, pero también me llenó de preguntas: ¿Cómo sería ese encuentro? ¿Me aceptarían? ¿Serían cálidos o reservados? Fabi intentaba tranquilizarme, pero mientras conducíamos hacia Peñíscola, mis pensamientos oscilaban entre la emoción y la incertidumbre. Quería causar una buena impresión, pero sobre todo, quería que este paso nos acercara aún más.

El Viaje y la Expectativa

En Peñiscola

El trayecto de dos horas estuvo lleno de anécdotas y recuerdos de Fabi. Me hablaba emocionada de sus veranos, de las calles empedradas y del imponente castillo medieval que parecía proteger el Mediterráneo.

Sin embargo, yo apenas podía concentrarme. Cada palabra suya me recordaba lo importante que era este momento y cuánto quería estar a la altura.

La Primera Impresión de Peñíscola

Vista aerea de Peñiscola y su playa

Pero al llegar, todo cambió. La vista del lugar disipó de inmediato cualquier duda que pudiera tener. El mar azul infinito, el casco antiguo con sus casas blancas y las murallas históricas me hicieron comprender por qué este sitio significaba tanto para Fabi. Peñíscola no era solo un destino más, era un pedazo de su alma.

Peñíscola es simplemente mágico.

Es un lugar que parece detenido en el tiempo, una joya de la Comunidad Valenciana.

Una pequeña península con vistas al vasto Mediterráneo, donde las casitas blancas se apiñan alrededor de un castillo imponente, que alguna vez fue sede papal y antes perteneció a la Orden de los Templarios.

Atardecer en Peñiscola

Pasear por esos rincones, por esas callecitas empedradas que suben y bajan como si estuvieran bailando al ritmo de las olas, era como caminar dentro de un cuadro.

Nos dirigimos directamente al departamento, un acogedor lugar frente al mar, donde sus padres nos esperaban con una calidez que disipó cualquier temor inicial.

Cenamos y en sus sonrisas encontré algo genuino, algo que me hizo sentir más relajado.

Allí el tiempo tenía otro ritmo.

Todo transcurría un poco más lentamente, como si la vida quisiera regalarnos cada instante.

El verano ya había pasado, pero el sol seguía abrazándonos con su calidez, y las tardes eran perfectas para caminar por la playa descalzos, sintiendo la arena aún tibia bajo los pies.

Las noches eran pura magia.

Cenábamos en terrazas junto al mar, con velas que titilaban suavemente bajo la brisa, mientras la luna se reflejaba en el agua, creando un escenario digno de las películas más románticas.

En esos momentos, me parecía imposible imaginar un lugar más perfecto.

Conocer a sus padres fue un paso trascendental.

Me recibieron con una calidez que despejó cualquier inquietud que pudiera tener.

Compartimos comidas, risas y charlas largas, de esas que se sienten como si conocieras a alguien de toda la vida.

Sentí que no solo estaba conociendo a su familia, sino que también estaba entendiendo una parte esencial de Fabi.

Peñíscola me mostró una faceta nueva de nuestra relación.

Un amor que no solo florecía entre nosotros, sino que también se expandía al incluir a quienes eran importantes para ella.

Fue un momento de conexión profunda, de aceptación mutua y de sueños que comenzaban a entrelazarse.

Pero esperá, porque después de esa visita inolvidable, Fabi me propuso un nuevo viaje

4. Lunel: Mi Primer Gran Contacto con Francia

Un Nuevo Destino: Conociendo su Hogar en Francia

Fabi me propuso un nuevo destino:
«Es hora de que conozcas dónde crecí», me dijo con una sonrisa picarona.

Y así, poco después, nos embarcamos en un viaje hacia Lunel, a poco más de 350 km de Barcelona, su ciudad natal en el sur de Francia, donde sus padres vivían.

Lo que encontré allí fue algo que me cambiaría para siempre.

Descubriendo Lunel: Un Mundo Diferente

Lunel era diferente a todo lo que había conocido. Una ciudad pequeña, de unos 20.000 habitantes, situada entre Nîmes y Montpellier, que parecía estar en perfecta armonía con el paisaje que la rodeaba.

Desde el momento en que llegué, sentí que había entrado en un mundo completamente nuevo.

Sus calles eran tranquilas, casi como si el tiempo se moviera a un ritmo más pausado.

Aquí no había grandes avenidas ni el bullicio de Barcelona, pero en su lugar encontrabas casitas bajas con techos a dos aguas, pórticos coloridos, todas con sus jardines y caminitos serpenteantes que daban la sensación de estar atrapadas en una postal.

Ritmos y Costumbres de la Vida en Lunel

La vida parecía organizarse alrededor de pequeñas rutinas que para mí eran casi fascinantes.

Por las mañanas, el paseo a la boulangerie para comprar la baguette o un croissant.

Los vecinos reunidos en las terrazas de los cafés, disfrutando de un café au lait o una copa de pastis bajo el suave sol del sur de Francia.

Las tardes traían el sonido de niños jugando en las plazas mientras las campanas de la iglesia marcaban el paso de las horas.

Había un mercado semanal que, según me contaron, era el corazón de la ciudad.

Allí todo se vendía con esmero y orgullo : Panes recién horneados, Quesos artesanales, Patés de todo tipo, Gallinas y mejillones frescos, Frutas de colores vibrantes. Y, por supuesto, el vino local, el famoso Muscat de Lunel, una parte esencial de la identidad de la región.

Todo en Lunel parecía una celebración de los placeres simples, de los pequeños detalles que hacen que la vida sea especial.

La Conexión con la Tierra

Una fiesta en Lunel

Lo que más me impactó fue la conexión que sus habitantes parecían tener con la tierra.

Lunel estaba rodeado de un paisaje vibrante y lleno de vida.

Campos amplios donde pastaban toros y los famosos caballos blancos de la región, que parecían sacados de una pintura.

Por los caminos rurales, podías encontrar rebaños de ovejas en plena transhumancia, avanzando con calma, como si el tiempo no tuviera prisa.

En los campos de alrededor, los colores y aromas eran inconfundibles: Manzanas maduras, melones dulces, fresas que brillaban bajo el sol del sur de Francia.

Era un lugar donde la tierra no era solo un escenario, sino el corazón que alimentaba a la comunidad.

Cada rincón parecía estar en armonía con su entorno. La naturaleza no era un telón de fondo, era una parte esencial de la vida cotidiana.

Vivir en Lunel era un recordatorio constante de que a veces la verdadera riqueza está en los pequeños placeres: el olor a tierra mojada, el sonido de los pájaros al amanecer, o la simple belleza de un paisaje que parecía eterno.

Nuestro Refugio en el Campo

En la casita en medio del campo

Sus padres vivían en una gran casa en el medio del campo, con un terreno aún mayor.

Y en el fondo de la propiedad había una pequeña casita encantadora.

Sencilla pero acogedora, con lo suficiente para estar a gusto y cómodos los dos durante los días que pasábamos allí.

Y ahí estábamos Fabi y yo, en la casita del fondo, en el medio del campo y rodeados de naturaleza: Caballos blancos, ovejas, conejos y ardillas.

Ese era nuestro pequeño rincón en Francia.

Un lugar donde podíamos desconectar de todo y simplemente disfrutar el uno del otro.

Mi Primer Gran Contacto con Francia

Este fue mi primer gran contacto, un poco más profundo, con este hermoso país.

Ya había pasado por Francia un par de veces, pero por trabajo, sin realmente conocer la vida, la gente y sus costumbres.

Y ahora estaba empezando a maravillarme con lo que conocía.

Francia empezaba a convertirse en algo que no podía explicar.

Era la calidez de la gente, la luz que atravesaba los plataneros en las calles, los jóvenes y abuelos jugando a la petanca en todos lados.

Los paisajes, los pequeños gestos de la vida cotidiana.

Un Nuevo Amor: No Solo por Fabi, Sino por Francia

En esos primeros encuentros, comencé a enamorarme no solo de Fabi, sino también de este lugar que me invitaba a descubrir su alma.

5. Mi Tierra, Mi Historia: Un Viaje a Buenos Aires

Meses después, era mi turno de presentar a Fabi a mis seres queridos en Argentina.

Sentí que era el momento de invitarla a conocer mi historia, mis raíces.

Así que organizamos un viaje a Buenos Aires, para que ella conociera a mis amigos de toda la vida, mi familia y los lugares donde crecí.

Ese viaje fue especial.

Ver a Fabi caminando por las calles de mi infancia, descubriendo la energía única de Buenos Aires, me hizo redescubrir mi propia ciudad.

Paseamos, como siempre, por todos lados.

Fuimos al teatro dos veces, a ver un espectáculo de tango, recuerdo, en el Piazzolla Tango.

Y por supuesto, compartimos asados con mi familia y amigos, que la recibieron con los brazos abiertos, una calidez que me llenó de orgullo.

Y no nos detuvimos ahí. También fuimos a Chile

Aprovechamos también para cruzar los Andes y pasar unos días en Chile, donde Fabi se reencontró con viejos amigos de su época viviendo allí.

Fue emocionante verla revivir recuerdos mientras paseábamos por Santiago.

Estos viajes eran capítulos nuevos que escribíamos juntos.

Cada lugar que visitábamos, ya fuera Peñíscola, Lunel, Buenos Aires o Santiago, se impregnaba de nuestra historia, se llenaba de momentos y nos acercaba aún más.

6. Lo Que el Futuro Nos Preparaba

Vivir en Sarrià, explorar Barcelona, viajar juntos… Todo esto nos ayudó a construir una base sólida, una relación llena de confianza, amor y aventura.

Pero la vida tiene formas inesperadas de llevarnos por caminos nuevos.

Lo que parecía ser nuestra etapa más estable pronto nos desafiaría a tomar decisiones que cambiarían todo.

Sin saberlo, cada paso que dábamos nos acercaba a algo mucho más grande.

Un destino inesperado que empezaba a revelarse poco a poco en los momentos compartidos, en las personas que conocíamos y en los caminos que íbamos recorriendo juntos.

Un nuevo viaje estaba por comenzar.

París nos esperaba con su magia, su luz y con una invitación a descubrir algo que marcaría mi vida para siempre.

Un viaje donde descubrí no solo a su familia, sino también la grandeza de un país que empezaba a ocupar un lugar preponderante en mi vida.

¿Qué nos llevó hasta allí? ¿Y cómo ese encuentro con su familia se convertiría en una pieza clave en nuestra relación?

Todo eso, querido oyente, te lo voy a contar en el próximo episodio.

Porque a veces, los momentos que parecen pequeños son los que terminan cambiándolo todo.

El Mapa de Un amor en Barcelona

Querido lector,

Este artículo ha sido escrito por mí, Diego, que vivo en Francia desde hace algunos años y recorro este hermoso país desde hace muchos más! Y se inspira en mis experiencias y los gustos míos y de mi familia.

Me encanta dar a conocer los pueblos encantadores de Francia y todo lo que hay para hacer por aquí y sé que muchas veces la organización de un viaje puede ser complicado. Es por esto que, mediante mis guías, intento inspirarte y ayudarte en vuestra planificación.

Espero que hayas disfrutado de la lectura de este artículo y, sobre todo, que sea de utilidad.

Si encontraste útil esta guía de viaje y quieres agradecérme, ahora puedes invitarme a un café virtual!


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